Agencia-Washington/ 15-10-2014
Venezuela aspira a sustituir a Argentina en su puesto de miembro no permanente en el Consejo de Seguridad y para ello cuenta con el apoyo de los países de América Latina y el Caribe. En esta ocasión, no se ha presentado ningún candidato alternativo de la región.
La congresista estadounidense Ileana Ros-Lehtinen aseguró hoy que si Venezuela consigue mañana jueves un asiento no permanente en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), ésto "tendrá serias consecuencias para la seguridad global y los intereses de Estados Unidos".
Ros-Lehtinen, congresista republicana por Florida, consideró que la esperada elección de Venezuela para ser miembro no permanente de de ese organismo de la ONU, supondrá "un golpe de propaganda para Maduro y sus titiriteros, el régimen Castro", informó DPA.
Venezuela aspira a sustituir a Argentina en su puesto de miembro no permanente en el Consejo de Seguridad y para ello cuenta con el apoyo de los países de América Latina y el Caribe. En esta ocasión, no se ha presentado ningún candidato alternativo de la región.
Para poder formar parte del Consejo de Seguridad, se requiere una mayoría de dos tercios de los votos de todos los países miembros de Naciones Unidas.
La congresista republicana, de origen cubano, señaló a través de un comunicado que la presencia del gobierno de Nicolás Maduro en ese organismo de la ONU pondrá de manifiesto "las fallas del sistema de Naciones Unidas" y supondrá "un revés para la democracia en América Latina y la diplomacia de Estados Unidos".
"De la brutal represión de líderes pro-democráticos, la opresión para la sociedad civil y los medios independientes y sus relaciones con Irán y Sria, el régimen de Maduro continúa socavando la paz y la seguridad de la región", añadió Ros-Lehtinen, que siempre ha mantenido una postura abiertamente antichavista y anticastrista.
"Regímenes criminales como Cuba y Siria tendrán ahora un socio confiable en el Consejo para ampliar sus agendas políticas y debilitar los esfuerzos diplomáticos de los Estados Unidos", dijo Ros-Lehtinen, quién denunció que "China y Rusia contarán con un aliado que ayudará a obstruir cualquier intento serio para resolver las mayores amenazas que afectan al mundo en la actualidad".
La congresista republicana lamentó que la administración Obama no haya logrado lo que consiguió en 2006 y 2008, "cuando se evitó que Venezuela consiguiera un escaño en el Consejo de Seguridad".
Ros-Lehtinen no es la única legisladora estadounidense que ha manifestado públicamente su rechazo a que Venezuela se siente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
El pasado 9 de octubre, seis senadores estadounidenses enviaron una carta al secretario de Estado, John F. Kerry, en la que le pedían que liderara "un esfuerzo diplomático" para evitar que Venezuela consiga un asiento en el Consejo de Seguridad.
La carta estaba firmada por tres senadores republicanos -Marco Rubio, Mark Kirk y John McCain- y tres demócratas -Dick Durbin, Bill Nelson y Bob Menéndez-.
Hasta ahora, la administración Obama ha mantenido públicamente una postura poco beligerante sobre esta cuestión.
Preguntada sobre una eventual presencia de Venezuela en el Consejo de Seguridad, la secretaria de Estado adjunta para asuntos hemisféricos, Roberta Jacobson, se limitó a señalar el mes pasado que los integrantes de este organismo de Naciones Unidas deben ser "países que implementen y cumplan los compromisos, los tratados, las reglas y regulaciones de Naciones Unidas".
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas está formado por quince miembros: cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido), que tienen poder de veto, y diez miembros no permanentes, que son elegidos para dos años. Cada miembro tiene un voto.
Conforme a la Carta de Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad tiene la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales. Éste es el único órgano de la ONU cuyas decisiones los estados miembro están obligados a cumplir.