7 junio 2015
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16:50
Por Jaime Leygonier.
La Habana/ 7-6-2015
Las tan aplaudidas como secretas conversaciones entre el gobierno estadounidense y la camarilla de poder que titulan Cuba semejan un dueto operático en que cada uno canta por su lado, nadie los entiende, pero el efecto es encantador.
Una ronda sigue a la siguiente, cada parte declara lo más confusa y alegre posible que todo fue “productivo”, “esperanzador”, que no llegaron a ninguna parte, pero que llegarán:
¿Se guían por el best seller “El Secreto” y confían en “el poder del Universo” o simulan negociar para entretener al público y lograr ganancias no declaradas de tiempo y mediáticas -bien conscientes ambos de que no van a ninguna parte?
O van a donde le ocultan al público, tanto los demócratas, que se deben a la opinión y a electores, como los totalitarios que asfixian a la opinión y no se deben a sus súbditos sino a sus miedos a perder el poder, si aflojan.
La primera concesión al castrismo es -como siempre- la cero transparencia. Reunión hermética y luego estas semi-declaraciones.
Interpretaciones opuestas de los mismos hechos para complacer a públicos opuestos. Como en aquella canción: Uno dice “poteitos” el otro “potatos”, pero aquí sí hay diferencias insalvables.
Ambos ponen condiciones inconciliables: Cumplir en Cuba derechos básicos, cuya violación es esencial para que sobreviva su régimen, y, por parte de éste, su derecho a violarlos (“soberanía-dignidad”) y ser aceptado. Diplomacia de rabietas de la escuela de Stalin, Hitler y Castro.
Los que dicen “diálogo” como mantra-soluciónalo-todo, olvidan la Historia: Los totalitarios sólo fingen dialogar para ganar tiempo para sus fines y solamente entran en negociaciones cuando los tanques rusos quiebran Berlín o tras Hiroshima y Nagasaki.
¿Acaso no negociaron buenas inversiones y alianzas con Hitler, Stalin, Mao -y recién dialogaron con Kim Jon Il y su sucesor? ¿Convención de Viena?: El Régimen como contratista laboral impone a las sedes diplomáticas todos los empleados cubanos.
Kafkiano espionaje y sabotaje autorizados, a alto costo para opositores, pues a cada uno la Seguridad del Estado nos amenaza con que como ellos controlan las salidas del país no les permitirán acogerse a refugio en los EE.UU y lo cumplen en algunos que lo testimoniamos.
Como las diplomáticas hablan para no decir, nos dan derecho a especular qué ocurre:
Ante la propaganda contra las restricciones comerciales a Cuba -que realmente no son ni embargo ni bloqueo- el Gobierno Obama recogió el guante y propició las conversaciones para que Castro las impida con negarse a toda concesión como hizo repetidamente en el pasado.
Desarmaría al Régimen del victimismo que tanto aprovecha. Y Obama en vísperas de elecciones parece hacer alta política.
Y también el General, que sobrevive por las apariencias de cambio que le cantan los extranjeros ¡desde el 2007!, cuyo pueblo espera siempre que algún poder exterior lo libere, y por esas falsas esperanzas no se rebela.
Actúa el presidente Obama sobre la oleada de nacionalismo anti-estadounidense y comunista con otro nombre, con sancionar al gobierno de Venezuela a la par que negocia paces con el castrismo.
Posible sacrificio de la causa de la libertad y enmascarar la participación de inversionistas estadounidenses en el festín de buitres que se ciernen sobre la ruina de Cuba y la apertura del Puerto del Mariel como zona franca.
Desde los 90 revolotean españoles e italianos y recién salivaron pavlovianamente sobre el General el ministro italiano y todo un presidente de Francia. El primer mundo está muy ocupado en su crisis y los yihadistas para ocuparse de nuestra miseria -salvo para explotarla.
Por Cuba pasaron a saludar rusos chinos, etc.: “Hermanos” que podrían no venir a negocios sino para recados extraoficiales al gobierno estadounidense.
Una nación en bancarrota, con totalitarismo contratista, sin huelgas, sindicatos, salario mínimo, ni jornada de 8 horas, ni derecho alguno: ¡Qué buen destino para inversiones si consiguieran (¿cómo?) que la Dictadura cumpla sus contratos y leyes y no estafe a inversores!
Cómo en EE.UU existen leyes, y discurso acumulado, hay que guardar las formas: Presentar el festín carroñero como maniobra para liberar a Cuba mientras conversan y… las conversaciones de camuflaje nunca llegarán a acuerdos, sólo a pequeñeces.
Ejemplo: Todo el mundo magnifica que decidieron restablecer relaciones diplomáticas con apertura de embajadas. ¡Pero si esas relaciones ya existen desde hace décadas y en la práctica la mayor embajada en Cuba es la estadounidense!
Aunque sin esa categoría. Todo el alboroto es por cambiar oficialmente el rótulo de “oficina de intereses” a “embajada”. Lo otro de quitar restricciones a diplomáticos será imposible sin volverle la espalda a la causa de los derechos humanos.
Pero ese gran triunfo de cambiar letreros prestigiará de estadistas a ambos gobernantes sin que signifique nada práctico -el ilusionismo que nos hace ver que el mago serruchó a la rubia.
Y hace años que miramos manoteos de mago mientras el sucesor por herencia de Fidel Castro fundó su dinastía como la de los Duvalier de Haití y los Kim de Corea del Norte, y aunque el Gobierno de Estados Unidos declaró que no reconocería esa sucesión en Cuba, pero…
Derecho por robarse la soberanía de 11 Millones de cubanos: El Hermano del Gran Hermano ¡se convirtió en “Señor Presidente” para los presidentes de verdad, y hasta para dos papas!
Conversaciones “provechosas” de cuyos provechos no nos pueden hablar, resultarán en… el “parto de los montes” y transfusión para eternizar la telenovela cubana “Parque geriátrico”.
Fuente: Prensa Independiente/ Hablemos Press