Por: Arturo García.
Said Ramzi es un periodista francés que ha estado los últimos meses infiltrado en una célula yihadista en Francia y ha grabado con una cámara oculta sus movimientos mientras planeaban un ataque en nombre del Estado Islámico. "Mi objetivo era entender qué estaba pasando por sus cabezas", ha explicado Ramzi.
Este periodista, que se ha visto obligado a esconder su identidad bajo un pseudónimo, asegura que los jóvenes que se encontró estaban "perdidos, frustrados y eran fácilmente manipulables", aunque estaban preparados para atentar "en cualquier momento".
Sus primeros pasos en la red yihadista pasaron por contactar con los extremistas a través de una página de Facebook. Después, se reunió en persona con el llamado "emir" del grupo de jóvenes, algunos nacidos en el seno de familias musulmanas y otros conversos, radicado en Francia.
Durante uno de sus encuentros en París, uno de los yihadista le sugirió que había un avión dirigiéndose al aeropuerto de Bourget y que se trataba de un objetivo "factible": "Lo haces en el nombre del Estado Islámico y Francia quedará traumatizada durante más de un siglo".
"Tú tendrás un palacio, un caballo alado y oro. Vamos, hermano, al paraíso, donde nuestras mujeres nos esperan, con ángeles y sirvientes", le arengaba el "emir". Y es que el objetivo era cometer un atentado en Francia "cuanto antes" para "romper el corazón de miles de franceses".
Tras los atentados de Charlie Hebdo, los planes de la célula yihadista se aceleran. Abu Suleiman, un yihadista recién llegado de Raqqa, cita al periodista en una estación de tren cercana. Al llegar allí, Ramzi recibe un paquete con explosivos de una mujer cubierta con el niqab. El objetivo era dirigirse a un club, abatir a los clientes, esperar a la llegada de la policía y detonar su chaleco explosivo.
Unos días después, varios miembros de la célula yihadista fueron detenidos. Uno de ellos, que logró evitar el arresto, le envió un último mensaje. Seis meses después de entrar en contacto con los yihadistas, Ramzi puso punto y final a su infiltración.
Fuente: Gaceta.es