PLACAS DE TELEFONOS PUBLICOS QUE FUERON OCUPADAS AL ACUSADO.

Un joven cubano que vandalizó e inhabilitó la red de teléfonos públicos de la ciudad de Santiago de Cuba será llevado ante los tribunales, en un caso que derivó también en sanciones administrativas para un empleado de la empresa estatal de telecomunicaciones (ETECSA).

Los súbitos problemas de incomunicación que comenzaron a experimentarse en teléfonos públicos de varias barriadas santiagueras, desde mediados del pasado año, fueron resultado de los actos delictivos que involucraron al presunto culpable y un menor de edad, hijo del trabajador de ETECSA, segúnreporta este jueves la prensa oficial.

“De los 206 hechos que el pasado año afectaron la telefonía pública en la nación, 36 tuvieron lugar en Santiago de Cuba, y de ellos 23 corresponden a este caso, que ocasionó cuantiosos daños económicos”, indica la información, que no menciona los nombres de los inculpados. 

Críticas a ETECSA

En el territorio santiaguero hay instalados 4,175 teléfonos públicos, de acuerdo con cifras oficiales.

 La situación fue inicialmente asociada con afectaciones transitorias que provocan los trabajos del personal de ETECSA, pero luego desembocó en duras críticas de la población hacia los responsabilizados con el servicio telefónico.

Las afectaciones ocurrieron entre julio y agosto del 2011 en los aparatos ubicados en 14 edificios del centro urbano “Antonio Maceo” y en la céntrica calle Trocha de Santiago de Cuba.

La cadena de violaciones, tipificadas bajo un delito de robo con fuerza de carácter continuado, se generó cuando el  menor de edad propuso al joven, con quien mantenía amistad, la venta de la llave que empleaba su padre para abrir los teléfonos públicos.

 El joven adquirió la llave por 30 pesos cubanos (alrededor de $1.25 dólares) con el propósito de sacar de cada aparato una placa o circuito integrado cuyos componentes podían usarse en el arreglo de equipos electrónicos. Los expertos dicen que las placas no sirven realmente para los fines que el joven perseguía.

Las alteraciones empezaron a producirse en la madrugada del  pasado 29 de julio en dos aparatos telefónicos del edificio multifamiliar donde residía el supuesto malhechor, y se extendieron hasta mediados de agosto.

Necesitado de ampliar su radio de acción,  el 17 de agosto el joven y otra persona no identificada inhabilitaron un teléfono de la popular calle Trocha, pero en la retirada fueron capturados tras una persecución de un carro patrullero de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).

Al autor de los hechos le fueron ocupados en la mochila la placa electrónica sustraída y la llave que facilitaba sus fechorías, según reconoció durante el proceso investigativo.

 Durante la confesión ante los investigadores del caso, el acusado reconoció los hechos, entregó algunas placas aún en su poder y precisó los sitios donde  arrojó las restantes.

Las autoridades dicen que el joven se amparaba en la oscuridad y la falta de vigilancia de los lugares donde canibaleaba los teléfonos.

Falta de vigilancia

“El descontrol administrativo y la falta de vigilancia revolucionaria propiciaron estos hechos delictivos en zonas residenciales”, señala la nota del diario Granma, que atribuye lo sucedido a “grietas en prácticas y sistemas establecidos en ETECSA”.

El periódico señaló “la necesidad de un trabajo preventivo más cohesionado y eficaz entre ETECSA y las organizaciones de masas” y abogó por “fortalecer la labor de la familia y la escuela en la reafirmación de valores entre los jóvenes”.

ETECSA realiza una inversión superior a los dos millones 600 mil pesos en la provincia santiaguera, y durante el pasado año instaló 10,486 nuevos servicios de telefonía básica, fundamentalmente en barriadas y municipios, además de la activación de más de 21 mil líneas de telefonía móvil.

El acusado tendrá que responder por su responsabilidad en juicio oral ante un tribunal penal de Santiago de Cuba. No se indicó la fecha del juicio.

“Además del autor del delito, cuando implique recursos del Estado responderán tanto en el orden disciplinario como penal, el personal administrativo y los trabajadores con responsabilidad directa o colateral al respecto”, concluyó el reporte.

El gobierno de Raúl Castro está enfrascado en una batalla contra la corrupción y el descontrol administrativo que afecta a las instituciones estatales y la sociedad cubana en su conjunto.

En los últimos meses la prensa cubana ha publicado casos delictivos de ciudadanos y empresas estatales, incluso dando a conocer nombres y sentencias dictadas por los tribunales.