Bruselas/ 10-2-2014

   La Alta Representante de Política Exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, ha advertido este lunes de que las negociaciones con el régimen cubano para normalizar las relaciones bilaterales dependerán de los avances en materia de Derechos Humanos que se den en la isla.

   "Hemos planteado de manera coherente nuestras preocupaciones sobre Derechos Humanos, que seguirán siendo centrales en esta relación, y espero que Cuba haga lo necesario, especialmente en materia de Derechos Humanos. El ritmo de nuestras negociaciones será reflejo de esta actuación", ha declarado Ashton, tras recibir luz verde de los Veintiocho para iniciar los contactos con La Habana.

   La decisión de comenzar esta nueva etapa ha sido adoptada este mismo lunes por los ministros de Asuntos Exteriores en una reunión en Bruselas, quienes han entregado a la jefa de la diplomacia europea las directrices que deberán marcar la senda de las negociaciones.

   Los contactos están dirigidos a lograr un acuerdo de cooperación y diálogo político que permita, una vez cerrado, dejar atrás la Posición Común.

   El objetivo de la UE es construir un marco "sólido" para las relaciones bilaterales con el que "apoyar las reformas y el proceso de modernización" en la isla, así como "promover los Derechos Humanos y las libertades fundamentales", según explican los servicios de acción exterior europeos.

   En su declaración, Ashton ha confiado en que esta nueva fase "contribuya a consolidar el compromiso con Cuba" y en que el régimen castristas "acepte esta oferta", de cara a "trabajar pronto en pos de una relación más firme".

   La Alta Representante también ha subrayado que "esta decisión no constituye un cambio político respecto al pasado", porque al tiempo que la UE "quiere apoyar la reforma y la modernización en Cuba", también mantendrá sus "preocupaciones" sobre el respeto de los Derechos Humanos.

   En efecto, se trata de un giro relevante en las relaciones bilaterales porque está llamado a reemplazar la Posición Común que la UE adoptó en 1996 --a instancias del gobierno español de José María Aznar--, pero no supondrá en la práctica un cambio sustancial en la política europea hacia la isla, según explican fuentes europeas.

   Cuba rechaza de plano la Posición Común, que condiciona las relaciones bilaterales a progresos democráticos en la isla, porque fue una medida unilateral de la UE, pero el bloque europeo ya ha advertido de que sólo contempla su eliminación si se logra concluir este acuerdo y tras una decisión unánime de los Veintiocho.

   Ahora corresponde a Ashton iniciar los contactos con la parte cubana, algo que se espera que ocurra "de inmediato", aunque las negociaciones podrían durar entre uno y dos años, según cálculos europeos. Mientras transcurren las negociaciones, además, los Estados miembros deberán ser informados periódicamente, lo que les permitiría detener el proceso si, por ejemplo, se frena el ritmo de las reformas o aumenta la presión sobre la oposición cubana.

Fuente: Europa Press