En 2013 detectaron 191 ilegales procedentes de la isla. Buscan llegar EE. UU. y Canadá.

El caso de los seis cubanos que optaron por quedarse en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, luego de que Ecuador los inadmitió por presentar documentos adulterados, se asemeja a los detectados por las autoridades en las investigaciones a redes de tráfico de migrantes.

Por segunda vez consecutiva, los cubanos siguen siendo los ciudadanos que más intentan ingresar al país ilegalmente para pasar a Panamá y llegar finalmente a Estados Unidos o Canadá. Esa estrategia también la utilizan ciudadanos chinos y de Bangladés.

Cifras de Migración Colombia arrojan que de los 605 migrantes irregulares identificados el año pasado, 191 eran de Cuba. En el 2012 fueron 323 de los 700 sorprendidos.

En los expedientes de la Policía y de la Fiscalía aparece que las redes de tráfico de migrantes aprovechan a Ecuador, que no exige visa a los cubanos sino una carta de invitación, como punto de partida de una travesía para hacer realidad el llamado ‘sueño americano’, por la cual pagan entre 3.500 y 5.000 dólares.

De hecho, el pasado viernes, cuando el Ministerio del Interior de ese país anunció que los seis cubanos habían sido rechazados, este señaló que ha identificado organizaciones ilegales que pagan a ecuatorianos de bajos recursos para utilizar sus identidades y tramitar cartas de invitación. También, a otras redes que contactan a empleados de entidades públicas para acceder ilegalmente a bases de datos con número de cédulas para realizar esas invitaciones.

Un cubano detectado en el Urabá cuando pretendía pasar a Panamá les contó a las autoridades que para acceder a la invitación había pagado 1.200 dólares.

Una vez logran pasar los controles en Ecuador, comienzan un viaje por tierra acompañados de los llamados ‘coyotes’, que los guían hasta el puente de Rumichaca, en la frontera con Colombia. Allí, las redes de tráfico de migrantes los reciben para llevarlos –tienen dos rutas– al Urabá antioqueño, especialmente a Turbo, desde donde salen en lanchas hasta Panamá.

Por atravesar el país, los migrantes pagan entre 400 y 700 dólares, pues deben cancelar el servicio de transporte público y hospedaje.

Pero también muchos pierden la vida en esa travesía, pues el viaje por el golfo de Urabá lo realizan de noche y sin ningún tipo de protección. En diciembre pasado, en esas aguas, la Armada encontró los cuerpos de siete personas ahogadas.

Solicitan asilo o refugio

La opción a la que recurrieron los seis cubanos de solicitar refugio al Estado colombiano, alegando que no tienen posibilidades en Cuba, también resulta frecuente en el actuar de los migrantes irregulares.

Cifras de la Cancillería dan cuenta que del 100 por ciento de las solicitudes de refugio, el 50 por ciento corresponde a peticiones tramitadas por los detectados sin documentos.

“En el abecé que les dan está que si son sorprendidos, no deben revelar los pagos hechos, y tramitar lo antes posible un refugio o asilo con el fin de permanecer en el país y luego continuar hacia Panamá”, dice un investigador dedicado a perseguir redes de tráfico de migrantes.

Así lo confirma Sergio Bueno, director de Migración Colombia, quien dice que los migrantes irregulares son considerados víctimas de redes de tráfico, pero muchos de ellos abusan de la figura del asilo.

Asegura que en los controles se ha detectado que estas personas, luego de recibir esta condición, no permanecen en el país.

Otra de las instrucciones que reciben quienes hacen el recorrido por aire es aprovechar las zonas de tránsito internacional de los aeropuertos. En esas áreas Colombia no exige visa porque se supone que las personas hacen escala para continuar a otros países.

La Policía y la Fiscalía investigan si las redes tienen contactos con funcionarios en los aeropuertos que les permiten salir.

El viernes vence el salvoconducto

El salvoconducto que les permitió a los seis cubanos salir de la zona de tránsito internacional de El Dorado se vence este viernes. El documento, expedido por la Cancillería, busca permitirles a los cubanos sustentar la solicitud de refugio. Una vez se cumpla el trámite, el país debe decidir si acepta estudiar el recurso. De ser así, la Cancillería debe extender el tiempo de validez del salvoconducto hasta que tome una decisión final.

La Embajada de Cuba en Colombia dijo que los seis cubanos “no tienen pendiente ninguna causa judicial ni son objeto de persecución política alguna”

Fuente: El Tiempo.com