LA HABANA.- Dirigentes de la disidencia cubana se mostraron ayer decepcionados con las reformas aprobadas por el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), que concluyó anteayer con la elección de Raúl Castro al frente de la organización política.

"El congreso se quedó corto en las decisiones que tomó. Esperaba mucho más de esa reunión, pero fue decepcionante. Realmente, no avizoro cambios de ningún tipo", declaró el economista independiente Oscar Espinosa Chepe.

"En el plano económico, las transformaciones que se han hecho son muy lentas, insuficientes y no están a la altura de los requerimientos del país", añadió Espinosa, que esperaba que el congreso adoptara una mayor liberalización de la economía, "al menos en el sector agrícola".

"El congreso sólo aprobó entregar un poco más de tierra a los agricultores que recibieron parcelas en usufructo y tienen buenos resultados, pero permanece intacta la camisa de fuerza que impide el desarrollo del sector, el tema de la propiedad", añadió.

El VI Congreso del PCC, clausurado anteayer, dio luz verde a las reformas que impulsa el gobierno de Raúl Castro para "actualizar el modelo económico" y eligió a la cúpula de la organización, dominada por la vieja guardia y las fuerzas armadas.

El plan de medidas incluye el recorte de más de un millón de empleos públicos, el impulso de la iniciativa privada, la eliminación de subsidios y el fomento de la inversión extranjera.

El disidente moderado Manuel Cuesta calificó de "tímidas" las medidas avaladas por el congreso. "No van a la esencia del problema, que es la reforma estructural de la propiedad y el aumento de la productividad", señaló.

"Algunas medidas, como la compraventa de casas y autos, pueden resultar interesantes, pero Cuba requiere un cambio estructural profundo y el congreso perdió una buena oportunidad para introducir toda una serie de transformaciones", dijo Cuesta.

Los opositores lamentaron que el congreso del partido único cubano, dedicado a temas económicos y sociales, no haya adoptado una apertura política real ni examinado la situación de los derechos humanos. "Al no figurar el tema de los derechos humanos y libertades fundamentales en la agenda del congreso, es fácil adivinar que a corto y mediano plazos la situación de los derechos civiles seguirá siendo muy desfavorable", señaló el activista Elizardo Sánchez, responsable de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.

Para el opositor Guillermo Fariñas, que protagonizó una larga huelga de hambre el año pasado, "la jerarquía castrista perdió una oportunidad preciosa de lograr la reunificación de la nación cubana y evitar un estallido social".

Fariñas calificó de "cínico" el informe central del congreso presentado por Raúl Castro -el presidente propuso limitar los mandatos políticos a dos períodos de cinco años- y lamentó que no se resolvieran los temas "más esperados por el pueblo", como los permisos para viajar al exterior.

Agencias AFP y EFE