El Dalai Lama abraza a Lobsang Sangay tras la ceremonia de toma de posesión. |Efe
AFP | Dharamsala
Lobsang Sangay, un jurista de 43 años, ha prestado juramento este lunes como nuevo primer ministro del gobierno tibetano en exilio y sucesor político de Dalai Lama.
La ceremonia ha sido presidida por el Dalai Lama en el templo de Tsuglagkhang, el centro espiritual de Dharamsala. La ciudad del norte de la India, sede del gobierno en el exilio, en la que se refugió el líder espiritual tras el fracaso de la revuelta tibetana contra China de 1959.
Tras las tradicionales ofrendas de té y arroz, Sangay ha prestado juramento exactamente 9 segundos después de las 09:09 locales (03:39 GMT), siguiendo la creencia que asocia el número 9 a la longevidad.
El Dalai Lama de 76 años, había anunciado en marzo, su intención de renunciar a su papel político de jefe del movimiento de los tibetanos en exilio, principalmente simbólico, y de transmitir sus responsabilidades a un nuevo primer ministro de poderes ampliados. Conservará, en cambio, su papel de jefe espiritual.
Esta transición política histórica dará al nuevo primer ministro una posición mucho más visible que la del resto de sus predecesores. El recorrido de Lobsang Sangay, nacido en una región productora de té en el noreste de la India, rompe con el pasado en el que antiguas figuras religiosas dominaban la vida política del movimiento tibetano.
Sangay experto en derecho internacional, elegido en abril entre otros dos candidatos, nunca ha vivido en el Tibet y nunca ha estado allí.
Durante un reciente encuentro con Afp, el sucesor aseguró que sostiene totalmente la fórmula de "vía media" querida por el Dalai Lama, es decir una "autonomía significativa" del Tibet bajo administración china, más que una independencia pura y simple de la región.
Insistiendo en el hecho de que el Dalai Lama es irremplazable, subrayó el deseo de la comunidad tibetana de "ver tomar el timón del movimiento a una generación joven".