Por: SANTIAGO GÓMEZ LEMA
Tres isleños hablan sobre los motivos de la migración masiva: economía, el principal argumento.
Detrás de la migración de cubanos –12 de ellos ingresaron ilegalmente a Colombia por Ecuador en los últimos días– hay un factor eminentemente económico.
Así lo consideran el escritor y editor de la revista 'Voces' Orlando Pardo Lazo, que vive por ahora en Estados Unidos; Harold Cárdenas, filósofo y profesor de la Universidad de Matanzas, en Cuba, y el director de televisión Lilo Vilaplana, conocido por dirigir la serie 'El Capo' y quien vive en Colombia.
“Las personas se marchan buscando un estilo de vida que en esta isla del Caribe y tercermundista resulta muy difícil tener”, dice el profesor Cárdenas.
Edualdo Roldán, uno de los seis cubanos que estuvieron varios días en la zona de tránsito internacional de El Dorado, y que ahora piden asilo, lo confirma: “Nosotros salimos buscando un futuro mejor. En Cuba no hay futuro. Yo salí porque quería ahorrar. Aquí pagan 500, 600 dólares. Mandándole 100 dólares a mi familia en Cuba, viven mejor. Allá me ganó 11 al mes”.
Pero además de las ganas de cumplir un sueño material, los cubanos migrantes buscan escapar del hambre y las restricciones. La utopía de la isla socialista se ha desvanecido con los años y en los blogs se refleja una sociedad polarizada entre disidentes radicales y personas leales al régimen.
“Los cubanos han dejado de ser víctimas de las circunstancias y han podido tomar las riendas, al menos en parte, de sus destinos, al menos en lo que a emigración se refiere”, dice Cárdenas en referencia a la nueva ley de migración que permite que los isleños dejen Cuba por dos años.
Y aunque muchas de las reformas del presidente Raúl Castro responden a los reclamos de la sociedad cubana (derecho a la información, telefonía móvil, libertad de movimiento, derecho a la propiedad) desde enero del 2013, cuando el Gobierno levantó la restricción que mantenía a sus ciudadanos para viajar, el éxodo se ha convertido en un tema de considerables proporciones: 250.000 cubanos salieron en los primeros 10 meses, 35 por ciento más que en el año 2012.
“El sistema de los hermanos Castro tiene un aparato represivo muy engrasado. Se vigilan unos a otros. Tienen chivatos, delatores”, dice Vilaplana, que salió de Cuba porque la ausencia de libertad lo tenía agobiado.
“Todo te lo controlan –agrega– . No puedes expresarte libremente sobre nada. Si uno tiene sueños y la vida es una, pues esos sueños tienen que cumplirse de alguna manera”.
En cuanto a los métodos para salir, el tema es distinto: “Los cubanos, en legítima defensa, hemos aprendido a explotar la coyuntura política internacional, aunque no se trate técnicamente de perseguidos políticos”, dice Pardo.
Agrega que “es lamentable cómo imponemos enseguida cierto caos donde quiera que nos aparecemos en masa, como una marea incivil. Forzando las legislaciones de otros países, mientras que somos incapaces de exigir uno solo de nuestros derechos de cara al Gobierno cubano”.
EL TIEMPO buscó agregar a este artículo las opiniones de un representante de la embajada cubana sobre el tema, pero el consultado no quiso entregar ninguna.
SANTIAGO GÓMEZ LEMA
Fuente: El Tiempo.com