El periódico Juventud Rebelde ignoró totalmente la noticia, el Granma -órgano
oficial delPartido Comunista- se limitó a un breve artículo y el sitio web de Casa
de las Américassólo recordó que el escritor fue jurado en el año 1960 en el
concurso literario anual de esa institución cultural cubana.
Curiosamente, la prensa castrista -la única que se publica en la isla- omitió
mencionar que Carlos Fuentes celebró la llegada de Fidel Castro al poder
y visitó Cuba al día siguiente del triunfo de la revolución, el 2 de enero de 1959.
El motivo es simple: esta adhesión duró poco tiempo, el necesario para que la naturaleza dictatorial del régimen castrista se revelase generando el rechazo
y la condena de muchos.
La excepción fue Cuba Debate, el sitio de internet que publica las "Reflexiones"
del dictador retirado Fidel Castro, que sí recuerda aquella visita pero omitiendo
la desilusión y críticas posteriores.
Así como en aquellos tiempos, Fuentes tomó distancia del castrismo tan
pronto comoen 1966, a diferencia de otros escritores e intelectuales que
siguieron siendo defensores y propagandistas de un régimen bajo el cual no
vivirían, a fines de los 90 y en la primera década de este siglo, tampoco creyó
en la Revolución Bolivariana de Hugo Chávez-a quien trató de "demagogo"-
ni en su socialismo del siglo XXI.
En 1971, Fuentes había condenado la detención del escritor cubano Heberto
Padilla, víctima de la intolerancia de Fidel Castro a la más mínima disidencia
ideológica, y en el 2003 también condenó el arresto de los 75 disidentes en la
Primavera Negra.
En ese año, Fuentes dijo que mantenía su posición "en contra de la política
abusiva e imperial de los Estados Unidos contra Cuba; y en contra de la
política abusiva y totalitaria del gobierno de Cuba contra sus propios
ciudadanos".