Entre los profesionales de la información a los que se impidió realizar su trabajo están un reportero de la agencia DPA y un periodista de televisión español.
Pekín.- Varios corresponsales extranjeros, entre ellos un español, fueron detenidos hoy en China cuando intentaban informar sobre posibles protestas de la oposición en la capital, Pekín, donde se impusieron las mayores medidas de seguridad desde los Juegos Olímpicos de 2008.
Entre los profesionales de la información a los que se impidió realizar su trabajo están un reportero de la agencia DPA y un periodista de televisión español. La policía los detuvo en una estación de metro y les aseguró que necesitaban un permiso para informar desde allí. Después, les escoltaron hasta el metro para que abandonaran el lugar, reseñó DPA.
El equipo de la televisión pública alemana ARD fue retenido durante cuatro horas. Sus integrantes fueron empujados de forma "bastante grosera" hasta un edificio por entre 15 y 20 agentes de seguridad. Luego los subieron a un coche patrulla y los interrogaron. Se los acusó de violar reglamentaciones que prohíben tomar imágenes en la zona.
De forma similar fue tratado el equipo de ZDF pese a que al principio la policía les había autorizado a filmar. El periodista que fue retenido ya se encuentra en libertad. El canal británico BBC y la agencia AP informaron también de la detención de sus trabajadores.
Además, un periodista francés informó a través de Twitter de que fue detenido y llevado a una comisaria, donde vio a otros siete periodistas extranjeros. Según informaciones no confirmadas, un fotógrafo taiwanés resultó herido.
En una convocatoria en Internet se llamaba hoy a los ciudadanos a manifestarse o a solamente "pasear" por el sector comercial de Pekín y de otras grandes ciudades.
Sin embargo, un amplio dispositivo policial alejó a la gente de la zona que rodea al McDonald's de la calle Wangfujing, donde los activistas llaman a protestar cada domingo por la tarde. La policía acordonó varias áreas en torno al local de comida rápida y camiones de agua lanzaron chorros en la calles para evitar que la gente se moviera por ellas. Los agentes chequearon documentos de indentidad y pararon a todo el que llevaba una cámara, según testigos.
Decenas de miles de policías fueron destacados hoy en Pekín y otra docena de ciudades chinas, en lo que supone el mayor efectivo de seguridad desplegado desde los Juegos Olímpicos de 2008.
También en Shanghai hubo un amplio despliegue policial para evitar posibles acciones de protesta. Según relató un periodista europeo, al menos tres personas fueron detenidas. La policía necesitó al parecer varias horas para conseguir despejar el área.