Su nombre -pitón birmana- ya avanza cuál es el hábitat natural de esta serpiente constrictor: las junglas y pantanos herbóreos del sudeste asiático. Sin embargo, el tráfico ilegal de esta especie y la irresponsabilidad de algunas personas lo han convertido en uno de los reptiles presentes en Florida. 

Llegan como mascotas pero, una vez desarrolladas, su impresionante tamaño -hasta seis metros de longitud- lleva a los dueños a deshacerse de ellas. ¿Resultado? Al sur de Florida, especialmente en los Everglades, se calcula que podría haber más de 150.000 ejemplares, que han ocasionado un descenso del 99% entre la población de ratones de campo, comadrejas, mapaches o conejos de la zona. No todo es culpa de dueños irresponsables: se cree que el paso del huracán Andrew, en 1992 dejó en libertad a muchas de forma accidental.

Así, no es de extrañar que el joven estudiante de biología Jason Leon tuviera un desagradable encuentro con la mayor pitón jamás atrapada en Florida -5,68 metros-. 

Cuenta el protagonista que viajaba de noche por la carretera cuando vio asomar entre los arbustos la cabeza de lo que él creyó era un lagarto. Se acercó, quiso tocar al animal y se vio enseguida atrapado por una enorme serpiente pitón cuyo cuerpo comenzaba a enrollarse en torno al de Leon.

No es un panorama demasiado alentador, teniendo en cuenta que esta serpiente es carnívora y que, aunque los seres humanos no entran dentro de su dieta habitual, sí han protagonizado ataques mortales. No por veneno -las pitones no son venenosas- sino por su naturaleza constrictora.

Ante una presa o una amenaza, la pitón atrapa a la víctima con los dientes y enrosca su cuerpo con fuerza produciendo la asfixia de su enemigo. Mientras haya latido, la serpiente no disminuirá la presión.

Mal alimentadas y deshidratadas

Por eso, cuando Leon sintió que la pitón se enroscaba en torno a él, pidió ayuda a sus acompañantes, que acabaron matando a la serpiente con un cuchillo, según anunció días después del suceso la Comisión para la Pesca y Fauna Salvaje de Florida. Las imágenes que capturan en vivo el momento, eso sí, no muestran a la imagen enrollándose en el cuerpo de Leon, como él contó más tarde, sino aparentemente dominada. ¿Quizá se podía haber salvado la vida de la serpiente? Lo que no podían, eso es cierto, es dejarla libre, porque un reptil de este tamaño podría causar la muerte a un niño.

Nunca se sabrá el origen de la pitón, si fue o no doméstica, pero el suceso abre la puerta al debate de la tenencia de estos reptiles cuya posesión está, por otro lado, prohibida en Florida. Además de por el peligro que puede suponer, el cuidado de una pitón birmana no es fácil, y la desatención -muchas veces por desconocimiento- de algunos dueños lleva a que el animal esté siempre hambriento o acabe deshidratado. 

Y, pensando en las visitas, ¿a quién le apetece entrar en el cuarto de baño de una casa y encontrase con este panorama?

Una pitón albina en el cuarto de baño de una vivienda. FUENTE: Fororeptiles.org