Por Rev. José Carlos Pérez/ Hablemos Press.

La Habana, 18 de abril.- Un artículo de Martinoticias: “Culto en el malecón habanero”, expone sobre la presunta “intención del gobierno cubano de abrir espacios en la vida del país a la Iglesia católica a raíz de la visita de Su Santidad Benedicto XVI,…y que “suscita interrogantes entre los miembros de la iglesia bautista.”

El artículo de Idolidia Darias, recoge declaraciones de pastores de la Convención Bautista de Cuba Occidental: Uno de ellos represor de disidentes y opositores políticos dentro de los bautistas occidentales, el pastor Abel Pérez Hernández -que dirige el ministerio Alcance de Victoria- y el otro el Pbro. Mario Félix Lleonart, y su esposa, del Blog cubanoconfesante.

La reportera notifica que el pastor bautista Abel Pérez tiene una congregación “que ha crecido y realizan cultos en el malecón habanero donde se reúnen cada domingo”, que ha hecho trámites con las autoridades para que le autoricen un lugar para reunirse, pero “ha sido un proceso lento y dilatado” y “aún no tiene respuesta”, según sus fuentes.

Por otra parte el periodista independiente Mario Echevarría publicó en internet una denuncia donde señala al pastor Abel Pérez como represor del hermano Aníbal Alemán quién fue: “obligado a abandonar su congregación por tener y manifestar ideas contrarias al régimen/…/ Me marginaron, anularon y me apartaron/… /Considero que algunos pastores y líderes están comprados por el gobierno, con viajes y prebendas, por lo tanto prefieren no buscarse problemas y discriminan a cuanto hermano en la Fe, resulta un opositor declarado y confeso del sistema comunista”. (Blog Religión en Revolución, “En Cuba un cristiano de confesión bautista abandona su iglesia por discriminación política”, febrero 2009).

En el mismo año 2009 publiqué una denuncia contra el liderazgo bautista incluyendo su nombre -Abel Pérez- entre los pastores represores a mi persona. 

En la reunión donde me expulsaron como pastor, Abel Pérez habló a nombre de la Junta Directiva proponiendo poner fin a la discusión sobre mí y que pasáramos a la previa ‑votación obligada sin más dilación- entre vilipendios e irrespeto a mi persona.

Y concertando con otros “siervos líderes”, que debía constar públicamente como razón de mi separación “el descredito e incapacidad para pastorear”, y que no apareciera como fundamento la verdadera causa:
Mi publicación “Alerta al pueblo cristiano por la campaña 50 días de oración por Cuba”, que censura un progubernamental manual de oración del 2008: “50 días de oración por Cuba”, editado por el liderazgo bautista.

En esa reunión estaban presentes y me son testigos el Pbro. Mario Félix Lleonart y el Rev. Homero Carbonell, de la junta directiva. 

Siento que hermanos de la disidencia sean confundidos y arrastrados por las apariencias de “siervos de Dios” de quienes en realidad colaboran con el gobierno al reprimir a disidentes y opositores políticos dentro de las iglesias.

Ahora Abel Pérez muestra una "faceta tolerante del gobierno" al permitirle éste -a él- sin estorbo celebrar cultos públicos en el malecón habanero.

No creo que el gobierno tenga interés alguno en propiciar nuevos espacios para cultos, ni antes, ni después de la visita del Papa, y mucho menos al aire libre.

En un país normal donde exista plena libertad religiosa, bastaría para cualquier religioso acreditado solicitar algún permiso, en que en tiempo, forma y espacio acordado, se realizaría el culto sin mayores dificultades… Por supuesto no estamos hablando de Cuba.

Pastores de distintas denominaciones han procurado por años celebrar cultos al aire libre en la fuente ubicada en avenida 23 y Malecón, el Vedado, ciudad de La Habana y se lo han estorbado.

Según testimonios de hermanos que han asistido, el lugar se les llenaba de “policías vestidos de civil” -de la policía política y de la Policía Nacional Revolucionaria, P.N.R, solicitándoles identificación y acosándoles con preguntas como: "¿Qué es lo que hacen aquí? ¿Quiénes son ustedes? ¿A qué denominación pertenecen?", entre otras, y espantarlos del lugar: “No pueden estar aquí, para eso están los templos”.

Este pastor no debe perder la fe, pues a diferencia de otros muchos hermanos que han tratado de hacer lo mismo, a él por lo menos “no le han dicho oficialmente que tenga que irse del Malecón” ya que “es el templo de la iglesia Alcance de Victoria”.

Los informes estadísticos de las iglesias bautistas de la Convención nos dicen que en el 2006 el Rev. Abel tenía 71 miembros con una comunidad bautista de 700, en el 2007 registró 84 con 242 de comunidad bautista y en el último informe, del 2011, constan 402 miembros con una comunidad bautista de 620.

¿Son creíbles estas fluctuaciones de tan grandes cifras? ¿Podrá reunir a tanta gente en un lugar público como es el Malecón habanero? ¿Permitiría el gobierno cubano una reunión pública con la mitad de estas estadísticas? ¿Por qué a él sí y a otros pastores no?

"Si alguno tiene oído, oiga".- Apocalipsis 13:9.