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- "QUE VUESTRO DOLOR MUERA CONMIGO"
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Donald Palmer, de 47 años, falleció por inyección letal a primera hora de la mañana. En su último día se reunió con su familia y con la de sus víctimas.
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Donald Palmer, de 47 años, falleció por inyección letal de pentobarbital a primera hora de la mañana y mostró un aspecto "calmado", según un funcionario de la prisión de Lucasville, Ohio, donde fue trasladado para la ejecución de la sentencia.
Palmer fue condenado en 1989 por matar a dos hombres de varios tiros en la cabeza en una carretera al el este del estado de Ohio tras una disputa. El acusado, al que le fue negada la clemencia el mes pasado, no conocía a las víctimas.
El condenado usó sus últimas palabras para pedir disculpas en repetidas ocasiones a los familiares de sus dos víctimas -las viudas, hijas y una sobrina- a las que animó a "dejar su dolor morir" con él. Tras reconocer su arrepentimiento y decir que quería justicia para los familiares de las víctimas, tuvo ocasión de hablar y reunirse con su exesposa, su hijo y su hija, así como con un pastor religioso.
Tras su última cena, compuesta por un sandwich, Coca-cola y Doritos, el prisionero pasó la noche leyendo y viendo la televisión y no consiguió dormir más de 30 minutos. Antes de morir recibió su última comunión.
Palmer es la segunda persona ejecutada en el estado de Ohio este año, mientras que nueve más esperan que se materialice su sentencia antes de marzo de 2014. En lo que va de año ya han sido ejecutadas 27 personas en Estados Unidos -todas por inyección letal- según datos de la ONG Death Penalty Information Center.
En la actualidad, 33 de los 50 estados estadounidenses tienen vigente la pena de muerte.
Fuente: La Gaceta.es