AFP

Hillary Clinton, y el titular de Comercio, Gary Locke, en la presentación del documento

«Queremos hacer más con el fin de proteger la vida privada y garantizar las libertades de expresión, reunión y asociación en internet, al menos tanto como lo hacemos al margen de la Red», aseguró Clinton durante la presentación del documento.

En el prólogo de este «libro blanco» de la seguridad y la libertad en internet, Obama escribe que «podemos trabajar juntos con el fin de construir un porvenir para un ciberespacio que sea abierto, seguro y fiable».

El papel cada vez más relevante que adquiere internet en todo el mundo para la promoción de la libertad y el derrocamiento de regímenes corruptos y dictatoriales, como están demostrando las revueltas en el mundo árabe y el temor a la ciberdisidencia en China o Cuba, ham llevado a la Casa Blanca a proponer este documento.

La estrategia estadounidense en esta materia, según el documento, se articula en torno a siete ejes claves entre los cuales destacan la promoción de la libertad de expresión en internet y un compromiso financiero destinado a favorecer la innovación y los intercambios en línea, «preservando siempre la propiedad intelectual», precisó Clinton.

Esta estrategia engloba también la potenciación de los medios para combatir el ciberdelito, así como la cooperación militar entre estados para «hacer frente a las amenazas que pesan sobre internet», dijo la secretaria de Estado.

La Administración estadounidense se propone exigir a los principales actores de los sectores energético, financiero y de transportes, en el ámbito internacional, la puesta a punto de nuevos dispositivos de seguridad para la protección de las redes informáticas.

A la presentación del documento asistieron ayer, entre otros, el asesor presidencial en materia de antiterrorismo, John Brennan; el secretario de Justicia, Eric Holder; la de Seguridad Interior, Janet Napolitano, y el titular de Comercio, Gary Locke.

La presentación de este documento se produce apenas unos días después de la publicación, por parte de la Casa Blanca, de las líneas maestras de un proyecto de ley cuyo fin es reforzar las armas de que disponen la Administración y el sector privado para protegerse de los ciberataques.