Un dia oscuro y siniestro la esperanza fué traicionada,
la patria se enlutó, mil novecientos cincuenta y nueve,
hora cero, paredones irracionales, la sangre manchó el caribe;
Son nuestros heroes, nuestros fusilados, fusilados con balas de odio y terror.
Tumbas sin nombres, hombres con nombre que yacen en suelo patrio;
Exilio, exilio, cual Jeremias con el pueblo de Israel, allende los mares,
dolor de los dolores; Un pueblo llevado a la cruz de la hoz y el martillo,
lagrimas de dolor.
Dolor preñado de dolores, llegaron las rejas, el terror carcelario
respirando el aire de la irracionalidad verdeolivo, resistencia, resistencia,
las rejas no pudieron poner de rodillas el ideario Martiano.
Fusilados, nuestros fusilados, exiliados, nuestros exiliados,
la esperanza vive no la han matado; El sol llenará de luz nuestras campos y ciudades,
el precio es alto, muchos lo hemos pagado; Honor a los muertos, nuestros corazones
jamas los han olvidado; Canto desde el destierro, el Himno del Desterrado.
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