En estos momentos las autoridades refuerzan las medidas de seguridad en un período considerado sensible.

Un joven de 18 años, de nombre Dorjee, murió tras gritar consignas antigubernamentales y se transformó una antorcha humana delante de los edificios públicos de la prefectura de Aba, en la provincia de Sichuan, anunciaron la noche del lunes las asociaciones Free Tibet e International Campaign for Tibet. El joven tibetano murió en el lugar y su cuerpo fue trasladado por efectivos de la seguridad, precisó Free Tibet, cuya sede está en Londres. La policía se negó a hacer comentarios sobre el caso.

La víspera, una mujer de 32 años, madre de 4 hijos, también se había suicidado en Sichuan, mientras que otra de entre 16 y 19 años hizo lo mismo en un mercado de la provincia vecina de Gansu.

Numerosos tibetanos denuncian regularmente de esa forma la represión de su religión y de su cultura y lo que consideran como un dominio creciente de los Han, etnia fuertemente mayoritaria en China. Estos muertos se producen en torno a la apertura el lunes del Parlamento chino en Pekín, período en el que el poder teme eventuales protestas.

El mes de marzo es un momento sensible para los tibetanos. El dalai lama, su jefe espiritual, se exilió en marzo de 1959, atravesando a pie el Himalaya para llegar en India. Y en marzo de 2008 manifestaciones de monjes budistas de Lhassa, la capital de Tíbet, con motivo del 49 aniversario del levantamiento y del exilio del dalai lama, degeneraron en motines.

Por otra parte, las autoridades chinas impidieron a la prensa extranjera llegar hasta las regiones tibetanas de China en las últimas semanas.